Nadie sabe. Yo no sé. ¿Cómo puedo saber abrir mi jaula de miedo? Si siento que mi corazón es como el materia de la jaula, puro hierro.
No sé distinguir lo que observo. Es todo igual. No creo estar enamorada de algo en particular, estoy enamorada de todo. Mí problema es todo, porque todo me gusta. Y si quiero todo, no puedo elegir nada, porque elegir es dejar una alternativa. No quiero dejar nada, por eso… No tendré nada.
Solo me tengo a mí. Y mis enamorados, el todo.
Nada de algo en particular.
Gracias mi querido miedo. Por tí, solo veo el mundo desde la puerta de la jaula. Vendrá el día, lo sé, cuando mire desde afuera hacia la jaula. No miraré el todo, solo miraré la jaula. Y aprenderé que querer el todo nace del miedo de escoger algo y vivir por ese algo.
El miedo es… otra cosa.